Casa

Estás en casa. Lo sabes porque no necesitas buscar el interruptor, puedes caminar con los ojos cerrados sabiendo dónde estás en cada momento. Sí, estás en casa. Sientes los olores, las luces, los ruidos, caminas descalza, respiras y lo sabes. Sabes que no hay otro lugar en el que puedas sentite igual. Sabes que el aire que estás respirando es el combustible que necesitas para seguir. No tienes dudas, tu intuición no falla, lo tienes claro. Observas, escuchas, y respiras. Observas de verdad, con atención. Escuchas de verdad, con interés. Respiras de verdad, consciente. Te haces cien por cien presente, porque estás en casa.

Estás en casa y el tiempo se detiene. Nada ni nadie puede distraerte, nada ni nade puede romper la magia. Bienvenida a casa.

Mayo 22